A la memoria de Manuel Gómez Moreno (100 años de su muerte)
Historiador, arqueólogo, pintor, el más importante artista granadino de todo el siglo XIX, padre del Museo de Bellas Artes de Granada, fundador del Museo Arqueológico Provincial, restaurador, copista, litógrafo…
En 1866 publica la partida de bautismo de Pedro de Mena o datos sobre la vivienda taller de Alonso Cano. Descubre la mítica Medina Elvira, encargándose él mismo de restaurar piezas incontestables como el Plato del Caballo, el Jarrón de las Liebres, el Plato del Halconero o las lámparas emirales.
Gracias a su empeño se salva la Puerta de Bib-Rambla (arco de las Orejas). De la Iglesia de San Gil, al menos salvó las portadas. Gracias a sus dibujos pudo rehacerse la Alcaicería, el Puente de las Chirimías. Sabemos cómo fue Granada antes de la Gran Vía gracias a su carpeta de dibujos. Gracias a estos se pudo volver a montar el Palacio de los Córdova en 1963. Su mayor contribución, fue la declaración de la Alhambra como Monumento Nacional en 1870, logrando así su salvación.
Es el padre de la división urbana del Albaicín, desmontó las falsas teorías del Siglo de Oro sobre Granada y halló la piedra de Cipriano (del año 1002). Fundó la Sociedad Fomento de las Artes en cuyo seno da clases nocturnas gratuitas a quienes no pueden acceder fácilmente a la cultura.

Co-fundador del Centro Artístico, Catedrático de Composición, fundador de la Universidad del Sacromonte, creador de los Premios de Arte, (que dota con su propio dinero), teórico para que Torres Balbás pueda recuperar la verdadera Alhambra y cicerone de Alfonso XIII al que trae a Granada en 1904.
Hoy 20 de diciembre de 2018 que se cumplen cien años de su fallecimiento me pregunto cómo pagar tanto a uno de los más grandes granadinos que ha habido y habrá y a quién el Mundo entero le debe, entre otras, por qué no decirlo, LA SALVACIÓN DE LA ALHAMBRA.
Por “David Rodríguez Jiménez-Muriel”
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