La exposición está repartida por varios espacios.

El segundo espacio, es la propia Torre de la Puerta de la Justicia.
Se denomina “La Torre habitada” y, entre otras cosas, podemos ver el paño de sebka perteneciente a las albanegas interiores de la Puerta; que son, precisamente, la pieza del mes de enero.

Esta sala es la que contiene el cuerpo de la exposición, con textos, grabados y litografías que nos dejaron los viajeros del siglo XIX, que no solo nos indican cómo estaba en aquel momento la Puerta de la Justicia, sino que nos retratan su entorno, la vegetación y sus personajes, lo que nos permite vislumbrar cómo era la vida en aquella época.
Y, también, una talla en madera de la Virgen y el Niño, de Roberto Alemán, que estaba en la fachada de la Puerta (hoy en el Museo de Bellas Artes).
El retablo de la Puerta de la Justicia
Y, para terminar, deciros que el tercer espacio lo encontrareis al salir de la Alhambra, por la Puerta de la Justicia.
Hoy me he encontrado con la sorpresa de que está abierto el Retablo de Nuestra Señora de la Antigua. Sí, habéis leído bien.
Ese altar que solo se abre el 2 de enero.

Y una tercera sala, antes de la salida, con los planos de las diferentes actuaciones que se han llevado a cabo.
Tanto en la planta baja, como en la superior, desde los primeros proyectos, del siglo XVIII, de la Academia de San Fernando, pasando por Cendoya, Balbás y Prieto Moreno, hasta desembocar en la última de las intervenciones, llevada a cabo por el arquitecto Pedro Salmerón con la recuperación las habitaciones superiores para funciones culturales.

Hay también planos de la puerta de entrada, con los diferentes tipos de madera de los que está hecha: pino, chopo, acacia, eucalipto. Los diferentes clavos agallonados, esféricos, planos…
Por “Carmen Pérez”
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