El Paseo de los Tristes es uno de los paseos más bonitos de Granada, continuación a la Carrera del Darro.
Distrito Albaicín
La denominación real de esta calle es Paseo del Padre Manjón, en memoria del Padre fundador de las escuelas Ave María en Granada.
Paseo de los Tristes
El nombre de Paseo de los Tristes, se cree que viene motivado, porque este era el antiguo camino que dirigía al cementerio de la ciudad, situado justo detrás de la Alhambra, en el monte de la Sabika.
Lo que no se sabe, realmente, es si se llama de así porque la gente iba apenada llorando a su ser querido durante el cortejo fúnebre o porque, ya irónicamente, cuando veían la cuesta que tenían que subir cargando el féretro se ponían muy tristes pensando en el arduo recorrido que les separaba del camposanto.
Su construcción tuvo lugar durante el siglo XVII, después de la famosa explosión del polvorín situado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, este hecho obligó a remodelar la zona, así como a acometer la ampliación de la Carrera del Darro y la creación de puentes que la unen con el barrio de la Churra. El paseo de los Tristes es, en realidad, un espacio abierto al que se desemboca una vez se ha atravesado la angosta calle a la vera del río.
Esta zona tan singular de Granada, ha pasado por varias épocas de auge y declive, hasta que, tras su abandono a principios del siglo XX, se llevaron a cabo obras de remodelación y reacondicionamiento durante la década de los años 80 para darle el aspecto con el que lo conocemos hoy en día.
Cómo se llega al Paseo de los Tristes
Si se prefiere ir en transporte público, lo más aconsejable es emplear el microbús C31 que parte desde Plaza Nueva, desde la plaza Isabel la Católica en el C32 y también se puede llegar en taxi. Los vehículos particulares no están permitidos, a no ser que se tenga un permiso especial o se aloje en unos de los establecimientos ubicados en el Albaicín.
Pero lo más adecuado es ir caminando y atravesar la pintoresca Carrera del Darro, desde Plaza Nueva, así se irán adentrando en parte de la historia de Granada, contemplando los puentes y construcciones de diferentes siglos y visitar alguno de los monumentos que se ubican a lo largo del recorrido.
Si vienen de la Alhambra pueden bajar la cuesta del Rey Chico, más conocida como la Cuesta de los Chinos, por los guijarros que conforman el pavimento o bien descendiendo la Cuesta del Chapiz si han estado visitando el Albaicín y el Sacromonte.
Qué hay alrededor a destacar
La Casa Chirimías es uno de los primeros puntos de interés del paseo, ya que se encuentra situada justo a la entrada del mismo, si vienen por la Carrera del Darro.
Es una pequeña edificación que verán a la derecha, conocida por este nombre porque su finalidad era que los músicos tocaran este instrumento de viento desde sus ventanales amenizando los festejos, ya que aquí tenían lugar corridas de toros o carreras de burros, que coincidían con la celebración del Corpus Christi.
En frente de esta casa, podrán contemplar una escultura del bailaor Mario Maya en homenaje de la ciudad a este bailaor que fue uno de los grandes referentes del arte flamenco.
Otro monumento de interés situado en los aledaños del Paseo de los Tristes es el Hotel Bosque de la Alhambra, edificado hacia 1.908, más conocido como La Maleta u hotel Reuma, ya que el edificio, en los pocos años que estuvo abierto, sufrió serios problemas de humedades por su construcción en una zona muy sombría y próxima al río.
Aunque su vida fue corta, también fue muy intensa, el edificio además de hotel se empleó de residencia privada. De hecho, el propio Manuel de Falla lo habitó durante un tiempo y recibía las visitas del poeta Federico García Lorca. Además, sirvió de hospital, de residencia de estudiantes e, incluso, de fábrica de jabones entre otras de sus muchas funciones.
Justo en el centro hay una fuente que data del siglo XVII, época en que tuvo lugar la ampliación de la calle.
Desde este paseo, pueden disfrutar de unas imponentes vistas a la Alhambra que no dejarán indiferente a nadie, tanto de día, sobre todo, al atardecer, cuando la luz del sol torna anaranjadas las paredes de los Palacios Nazaríes, como por la noche con su silueta y sus murallas exquisitamente iluminadas.
Cruzando el puente de Guadix (o del Aljibillo), que lleva hasta la Cuesta del Rey Chico, podrán girar hacia la izquierda y comenzar a ascender el camino que conduce por varias rutas de senderismo hasta otros puntos destacables de Granada como son el Llano de la Perdiz, la Silla del Moro, la Fuente del Avellano y el cortijo de Jesús del Valle. Incluso es punto de inicio para muchas rutas de ciclismo de montaña, afición muy practicada en la ciudad.
La Cuesta del Chapiz
Iniciando la subida por la Cuesta del Chapiz, que lleva a los barrios del Albaicín y Sacromonte, se encontrarán con el majestuoso Palacio de los Córdova del que son visitables sus jardines con diferentes geometrías, salpicados de esculturas que rememoran la época romana y donde disfrutarán de unas magníficas vistas del Generalife.
Alrededor de esta plaza podrán degustar unas típicas tapas granadinas en cualquier de sus terrazas, así como observar la artesanía de diferentes artistas granadinos que se instalan en mercadillos varios días a la semana, escuchar a músicos que nos deleitan con sus actuaciones o, simplemente, sentarse a contemplar el ir y venir de los transeúntes.
Asimismo, podrán adquirir regalos y souvenirs típicos u originales, a gusto de cada uno, en diferentes tiendas y establecimientos, visitar galerías de arte y refrescarse en alguna cervecería que oferta distintos tipos de cervezas artesanales del Sacromonte. Si lo prefieren, pueden tomarse un té y fumar shisha en una pintoresca tetería ubicada en este lugar único de Granada.
Un paseo único
Granada es una urbe única y singular de por sí, pero el Paseo de los Tristes, es un de los puntos más emblemáticos y con más historia de la ciudad nazarí.
Si quieren respirar la vida auténtica, la cultura, la unión de lo moderno con el pasado no pueden dejar de pasear y deleitarse con las sensaciones, las vistas y los aromas únicos del Paseo de los Tristes.
Si vienen durante la época estival, además, podrán ver gente sentada a las orillas del río Darro y los diferentes muros de piedra que delimitan la plaza, disfrutando de una de las zonas frescas de Granada, tomando un respiro del sofocante calor de los meses de verano.
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