En Granada hay muchas estatuas y monumentos dedicados a personajes que tienen o tuvieron cierta importancia para con la ciudad. La misión de la estatua es elevar a significado histórico y estético a un personaje en cuestión.
ESTATUA DE CARLOS V
Esta estatua de Carlos V se encuentra en el centro de la Plaza de la Universidad, mirando hacia la fachada de la Facultad de Derecho y junto a la antigua iglesia de los jesuitas.

Es un monumento en piedra gris.
El podio o pedestal es cuadrangular, con los típicos juegos de molduras abajo y arriba y con muchos adornos geométricos clasicistas en sus cuatro caras.
Estos adornos fueron copiados o realizados a juego de los que adornan los pedestales para las columnas en la portada de la iglesia de Santos Justo y Pastor, que está justo al lado.
Encima va la estatua del emperador, con su armadura militar, banda anudada en la cadera y capa imperial que cubre su hombro izquierdo y viene en repliegues hasta su pierna derecha.
Este brazo se separa del cuerpo para apoyar la mano sobre una espada desenvainada.
La cabeza va sin casco y en ella se nota el típico prognatismo de Carlos de Gante.
El pie derecho parece subir un escalón, lo que le da cierta movilidad a una escultura demasiado rígida y pesada, solo aligerada por el fino trabajo de labrado de sus superficies.
La Obra
La obra fue colocada en este lugar en 1948 por iniciativa del Ayuntamiento de Granada.
El pleno municipal de 22 de abril de aquel año ratificó el presupuesto para su erección, que ascendió a 42.238 pesetas.
En realidad, este presupuesto fue solo para el historiado pedestal y la desviación de los raíles del tranvía.
La estatua de Carlos V fue costeada por el Ministerio de Educación Nacional y realizada por los copistas del Museo del Prado como copia exacta de la que yace en el museo madrileño, realizada por Pompeo y Leone Leoni en Madrid a finales del siglo XVI.
Otra copia en bronce (en esta caso vaciado) se realizó con destino al patio del Palacio de Carlos V.
Esta fue encargada por el Patronato de la Alhambra, y allí permaneció un tiempo hasta que pasó a centrar el patio del archivo del Hospital Real, sobre un bajo pedestal de piedra.

Carlos V era para la propaganda de posguerra una figura querida y admirada por sus hazañas imperiales.
En este homenaje se añadía además el haber sido pretérito fundado de lo que después vino a ser la Universidad de Granada.
Él firmó en Granada el 7 de noviembre de 1526 la bula fundacional del Estudio General, que comenzaría a funcionar años después con tres facultades.
Entonces los estudiantes se reunían en la actual Curia-Museo de Alonso Cano.
Con el aumento del alumnado y la expulsión de los jesuitas, la universidad se trasladó al antiguo colegio de la Compañía de Jesús, la cual era la actual Facultad de Derecho en 1767.
De ahí la colocación de esta estatua de Carlos V en tan destacado lugar.
Fue inaugurada la mañana del 14 de octubre de 1948 por el alcalde y ex profesor universitario Antonio Gallego Burín.
Asistieron al acto el Rector, el ministro de Educación Sr. Ibáñez Martín, el del Movimiento Raimundo Fernández Cuesta y el del Aire, general Gallarza.
Esta estatua de Carlos V ha atesorado el dudoso honor de centrar los actos festivos, reivindicativos y vandálicos de los estudiantes.
Desde principios de los años ochenta (de la protesta estudiantil) yacía con el brazo derecho mutilado.
En el 2000 fue restaurada por el Ayuntamiento, que la reinauguró en julio de aquel año.
Aunque tres meses después, con el comienzo del curso, fue de nuevo mutilada por el mismo sitio.
Referencias: “Agua, mármol y bronce”, de Gabriel García Guardia. Editorial Caja Granada.
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