En Granada hay muchas estatuas y monumentos dedicados a personajes que tienen o tuvieron cierta importancia para con la ciudad. La misión de la estatua es elevar a significado histórico y estético a un personaje en cuestión.
ESTATUA DE FRAY LEOPOLDO
Este monumento a Fray Leopoldo se encuentra dentro de los Jardines del Triunfo.
La figura del beato está sostenida por una baja peana cilíndrica de piedra gris clara, con la superficie granulada, con aspecto de rueda de molino, la cual lleva en la cara frontal la frase:
GRANADA A FRAY LEOPOLDO POR SUSCRIPCIÓN POPULAR
Encima va la base cilíndrica de la misma piedra con el emblema franciscano clavado en su frente.
Sobre ella va colocada la figura del fraile, casi de cuerpo entero, sin pies, de tamaño cercano al natural, con los brazo cruzados y actitud quieta, serena, bondadosa y casi meditativa, sin llegar el éxtasis.
La cabeza se aleja de los cánones clásicos para acercarse a cierto realismo decimonónico, con una calva amplia y sin tonsura, una arruga curvada que le cruza la frente y una nariz algo parecida a la que se ve en las fotografías del personaje.
La barba larga y casi sin trabajar contrasta con otros detalles del rostro que subrayan el realismo pacífico y recogido del capuchino.

Toda esta parte alta de la escultura está más bruñida que la baja, en la que las soldaduras sin pulir casi representan la tosca puntada en la estameña franciscana del capuchino, que oculta manos y pies.
Esta diferencia entre la cabeza y el cuerpo obliga a fijar más la atención en la cara, sin distracciones abajo por los pliegues de ropas o juegos formales en el cuerpo.
El alma de la escultura es de chapa forjada y sus retoques de metal pulido; la superficie está granulada al azar como es característica en estas obras del autor dedicadas a personajes.
Está firmada en la parte baja: M. Moreno, 1997.
Durante mucho tiempo, esta estatua estuvo presidiendo la Plaza del Triunfo, justo al lado de la Puerta de Elvira.

Los Jardines del Triunfo
Esta explanada de la Plaza del Triunfo ha sufrido las más diversas modificaciones.
Era la entrada principal a la ciudad por el Norte.
En el siglo XVI daba comienzo aquí una gran planicie que se extendía hasta las eras de Cristo, donde estaba la Facultad de Medicina hasta que esta se trasladó al Parque Tecnológico de la Salud.
Poco a poco se fue llenando de edificios, quedando unas cuantas plazas como resto de aquel gran ejido medieval, más tarde cementerio musulmán.
En 1613 se instalaron los capuchinos, los cuales poco a poco irían haciendo una huerta.
Un año después se allanó el frente de la Puerta de Elvira, llamado Campo de la Merced.
Luego en 1768 se instaló poco más allá la Plaza de Toros, en 1890 se edificó un feo edificio frente al Hospital Real con destino la intendencia Militar.

Con los años y el asiento de los militares en el desamortizado convento de la Merced, la zona se va haciendo cada vez más poblada y la plaza más pequeña.
Se edifican el grupo de casas baratas Victoria Eugenia, los pabellones militares, una escuela, etc.
Queda así una plaza a principios del siglo XX plantada de árboles y a finales del mismo redefinida al restaurar el Arco de Elvira.
En su centro había antes una farola y después se colocó esta estatua de Frey Leopoldo, tras habitar el convento de capuchinos el otro lado de la explanada, donde hoy se encuentra la concurrida iglesia de este beato.
La Escultura
La escultura es de Miguel Moreno Romera, realizada en 1997, siendo inaugurada el 9 de febrero de 1999, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Fray Leopoldo de Alpandeire.
Durante los meses anteriores, como suele ser frecuente en Granada, se debatió mucho sobre el lugar más adecuado para su colocación. Fue promovida por iniciativa del alcalde Díaz Berbel y costó 12 millones de pesetas.
El Escultor
Miguel Moreno Romera es uno de los escultores más activos y creativos de Granada.
Nació en 1935, comenzó su formación muy joven en el taller de orfebre de su padre y realizó su primera exposición en los salones de la Agrupación Álvarez Quintero de Granada.
Desde entonces ha realizado más de tres mil obras de todos los estilos, tamaños y materiales. Fue profesor en la escuela de Artes y Oficios.
A sus obras les imprime un peculiar carácter de serenidad y elegancia, sus cuerpos esquivan toda anatomía violenta y se diría que casi reflejan la quietud del paseante que se para a mirarlas, en un diálogo de gestos y complacencias muy característico.
Muchas obras salidas de su taller se distribuyen por Granada, cuyo Ayuntamiento le honró con la medalla de oro de la ciudad.
Entre ellas destacan esta de Fray Leopoldo en 1997, la Venus de Illíberis, ubicada en los jardines del Paraninfo, el monumento funerario del cementerio a Miguel Maldonado, la de San Juan de Dios ubicada en la puerta de la clínica de San Rafael, la de Yehuda Ibn Tibón en la calle Pavaneras, etc.
A todas ellas hay que añadir el trono para la custodia del Corpus, el cual está expuesto permanentemente en una de las capillas de la Catedral.
En la provincia de Granada se encuentran la de Abderramán I en el paseo de San Cristóbal de Almuñecar, el Águila del aeropuerto, a los Fenicios en el paseo marítimo de Almuñécar, A los Hombres del Mar en el paseo marítimo de La Herradura, a Ceferino Isla (creador del famoso dulce “Pionono”) en Santa Fe, etc.
En la actualidad, la estatua de Fray Leopoldo se encuentra dentro de los Jardines del Triunfo, en la parte izquierda, pegando al lateral donde se encuentra la iglesia que lleva su nombre.
Referencias: “Agua, mármol y bronce”, de Gabriel García Guardia. Editorial Caja Granada.
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