Granada, enero de 1919. Federico se va a Madrid.
No ha sido nada fácil convencer al cabeza de familia. Atrás deja la influencia abrumadora y única del catedrático de Granada Berrueta sin el que no hubiera sido el mismo y por eso esta foto, significa un “hasta pronto, Federico, regresa pronto a tu Granada”.
Es en el número 48 de la Acera del Darro. La primera vivienda de los García Lorca fue en el número 50, que en 1909 es alquilada. El inmueble original no existe, pero sí el contiguo, el número 48 que se trata de una de las construcciones tardo-barrocas que sigue en pie a orillas del Darro soterrado; la familia se muda a este segundo inmueble entre 1914 o 1916 y lo conservará hasta la adquisición en mayo de 1925 de la Huerta de San Vicente.
Federico puede gracias a su proximidad, conocer la Tertulia del Rinconcillo en el Alameda, donde se cita la intelectualidad granadina que encabezan él y Falla. No, no fue el Hotel Montercalo, que rezó con los números 44 y 46. Y el error vino de la antigua numeración, cambiada a lo largo de décadas de “remodelaciones”.
Federico había dicho, días antes, en esa Toma de 1919, «Me doy cuenta de que vivo en una Atlántida maravillosa». Pero en Madrid había fiesta. Lo esperaban. En la Residencia de Estudiantes, la algarabía se contagiaba coreando un mismo lema: “que viene Federico”.
Por “David Rodríguez Jiménez-Muriel”
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