Granada desde el campanario de San Cristóbal en 1908
Enrique Linares instaló su negocio de fotografía en la Plaza Nueva de Granada.
Fue Abelardo su hijo, nacido en esta ciudad en 1870, que no sólo hereda la pasión por el “nuevo arte” de su padre, sino que se enfrasca en estudiar Arte y continuar así con el negocio familiar de fotografía en la Alhambra.
Para ello compró al arquitecto Mariano Contreras, el edificio adosado a la Puerta del Vino de la plaza de los Aljibes, que permaneció años como “ilegal” hasta que le fuera autorizada la tienda en 1913. A cambio, debía de ceder al Estado la habitación de su propiedad situada sobre la Puerta del Vino.
Desde 1890, es el dueño de la foto granadina hasta que se traslada a Toledo primero (en 1914), montando un negocio similar al granadino en la calle Comercio, 14 y en 1920 recala en Sevilla donde abre su tienda en la Plaza del Triunfo.
Pero vayamos a la foto, porque tiene varios ingredientes que la hacen fabulosa. El primero, que es de 1908, argumento indiscutible con 110 años de historia. El segundo, que está tomada desde el campanario de San Cristóbal, reforzando más si cabe su singularidad, habida cuenta de lo extraño del lugar para retratar el Albaicín.
De ahí que la vista sobre San Nicolás sea tan rotunda y tan peculiar, pues nos queda al lado opuesto de lo que desde el Mirador podríamos comprobar, además de ofrecernos una visión castiza de “las veredillas” de San Cristóbal o de la imponente arquitectura de Santa Isabel la Real. Santo Domingo erguido en el Realejo, la Alcazaba y las Torres Bermejas y por fin, Sierra Nevada.
Una estampa pintoresca y viajera.
Por “David Rodríguez Jiménez-Muriel”
Nota de Granada por el Mundo: Algunos mantienen la teoría de que la fotografía está tomada desde San Miguel bajo, y es también posible. Juzgue usted mismo.
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