En Granada hay muchas estatuas y monumentos dedicados a personajes que tienen o tuvieron cierta importancia para con la ciudad. La misión de la estatua es elevar a significado histórico y estético a un personaje en cuestión.
Monumento a Ángel Ganivet
Este monumento a Ángel Ganivet se encuentra en el Bosque de la Alhambra, junto al paseo central que baja hacia Cuesta de Gomérez.

Consta de dos partes. Una estatua en bronce representa a un hombre de tamaño algo más grande que el natural, desnudo, desjarretando la cuerna de un macho cabrío que levanta su cabeza y desde su boca sale un chorro de agua que, tras dibujar una elegante curva en el aire, va hasta un estanque cuadrado que hay debajo.
Detrás hay un pedestal de mármol de 65 x 63 x 289 cm.
Tiene adornos vegetales en los vértices superiores y en la parte frontal una granada y las palabras A GANIVET, también de metal.
Encima de este prisma cuadrangular de piedra va la cabeza del escritor granadino, esculpida en bronce.
En el pie de la alegoría, que es un rectángulo de bronce clavado en la piedra, aparece la firma: JUAN CRISTÓBAL, 1919.
La idea de un monumento a Ángel Ganivet surgió casi enseguida de su muerte, en 1898.

Tras varios intentos, hacia 1912, la Sociedad Económica de Amigos del País convoca un concurso para este fin, que es ganado por el proyecto de José Navas Parejo y Miguel Hórquez.
Sin embargo, nunca llegaría a realizarse.
Juan Cristóbal Quesada
Al final el monumento lo hizo Juan Cristóbal González Quesada, escultor nacido en Ohanes, Almería, el 5 de mayo de 1898.
Este artista, casi granadino por sus estudios y sus largas estancia en esta ciudad, recibió clases en el Centro Artístico de Nicolás Prados Benítez, y en sus salones, en 1913, realizó su primera exposición.
Continuó estudios en Madrid con Benlliure y en 1917 expuso en el Ateneo.
Desde entonces los encargos se suceden y decenas de premios reconocen su labor y su valía.
Juan Cristóbal realizó numerosas esculturas y monumentos. Además del busto a Falla, son suyas: Bronce del Capillán Real, en el Centro Artístico de Granada; monumento de piedra a Gabriel y Galán en Salamanca; Monumento a Cuba, en los jardines del Retiro de Madrid; Cabeza de Goya, en el paseo de Rosales de Madrid; Desnudo de las uvas, en el museo del antiguo palacio en Cadalso de los Vidriod en Madrid, etc.
Juan Cristóbal murió el 19 de septiembre de 1961.
Entonces, Novais escribió:
A la muerte que ronda le grito su impotencia,
le grito su mentira. Le digo Juan Cristóbal
Y la muerte se Calla.
Historia del Monumento
Este monumento a Ángel Ganivet tiene una larga historia.
Entre sus promotores se encuentran desde Madrid, Natalio Rivas, Melchor Fernández Almagro y otros.
Desde Granada, lo impulsan Gallego Burín, Ruiz Carnero y muchos intelectuales más.

La idea se venía discutiendo desde principios de siglo, pero es en 1917 cuando Natalio Rivas aporta la cantidad suficiente para comenzar en serio el monumento.
Se opina que los modelos del monumento bajo son la cabra de la Moncloa y la figura fuerte y hercúlea de Manuel Ángeles Ortiz.
Tras muchas discusiones sobre su ubicación, barajándose el Paseo de los Tristes y otros lugares de la ciudad, al final se decide este rincón del bosque de la Alhambra, junto a la fuente de Tomate.
Fue inaugurado el 2 de ocutbre de 1921. A este acto asistieron personalidades de Granada como Constantino Ruiz Carnero.

Algunos enemigos del periodista hicieron juegos de palabras entre el apellido del escritor y la figura de carnero que aparece en el monumento.
Otras dos referencia escultóricas a Ganivet se reparten por Granada:
El medallón de su casa, en la Cuesta de Molinos, al final del Paseo de la Bomba.
Y un monolito en el instituto de Bachillerato que lleva su nombre, en la entrada por calle Santa Bárbara, formado por un prisma de piedra con un medallón muy similar al de la casa del escritor en Cuesta de Molinos.

Añadimos también que la calle que lleva su nombre se encuentra en el centro de la capital, partiendo de Puerta Real hasta la Plaza Mariana Pineda, y es una de las más conocidas y concurridas de Granada.
Referencias: “Agua, mármol y bronce”, de Gabriel García Guardia. Editorial Caja Granada. E Ideal.
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