Muhammed V de Granada fue el octavo soberano nazarí de Granada entre 1354 y 1359, hasta que fue derrocado por los partidarios de su hermano Ismail II.
Tras permanecer exiliado en la capital del Sultanato benimerín en Fez, consiguió recuperar el trono en 1362, en un segundo gobierno fructífero de tres décadas hasta su fallecimiento en 1391.
Su reinado se caracteriza por haber sido uno de los más fructíferos del Reino nazarí, en el que el Estado alcanzó su apogeo y se realizaron grandes obras en la Alhambra como el famosísimo Patio de los Leones.
Muhammed V nació en Granada el 4 de enero de 1339 y murió en Granada el 16 de enero de 1391.

Aunque realizó grandes construcciones defensivas, su política interior se caracterizó por la construcción de grandes obras civiles, especialmente en la Alhambra con la construcción de una de las obras maestras: el Patio de los Leones

Asimismo, gracias a la inscripciones conservadas, construyó en la ciudad palatina la fachada del palacio de Comares, la sala y patio del Cuarto Dorado, la ampliación del Mexuar y la fachada oriental de la puerta del Vino.
En Granada construyó el Maristán nazarí (1365-67), un hospital benéfico, el Corral del Carbón, diversos aljibes y algún hammam; en Málaga realizó las atarazanas para construcciones navales. Duplicó las audiencias de su padre Yusuf I, celebrando cuatro a la semana.
Muhammed V murió el 16 de enero de 1391 durante la oración de la tarde, a los pocos días de haber cumplido cincuenta y dos años, desconociendo las causas de su deceso.
Su reinado se puede considerar el más próspero desde la instauración de la dinastía nazarí.
Con más de treinta y cuatro años de reinado a sus espaldas y en la cumbre de su poder, dejaba a al-Andalus en una situación de seguridad y estabilidad gracias a las cuales el emirato nazarí alcanzó el mayor esplendor y florecimiento de sus doscientos sesenta años de historia.

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