La villa de Padul es la primera localidad geográficamente perteneciente al Valle de Lecrín cuando se accede a él desde Granada. Crisol de culturas, presenta el legado de las diferentes civilizaciones que han pasado por el pueblo.

Su nombre procede del término latino paludem, que significa laguna o lugar pantanoso, los islámicos la llamaron Al-Badul y lo convirtieron en un lugar muy próspero, tanto por sus cultivos como por las fábricas de seda y los molinos de pan y de aceite, de lo que aún conserva un hermoso patrimonio.
La Villa del Mamut
El Padul también es conocido como ‘La Villa del Mamut’, ya que en la laguna se encontraron los restos fósiles de un mamut real, cuyo colmillo se desplazó al museo de la ciencia de Granada. A las puertas del pueblo se alzó una estatua conmemorativa a este acontecimiento, se trata de dos mamuts, uno de gran altura en el que es una costumbre para agradecer la bienvenida a los nuevos visitantes subirse, y otro de menor altura, emulando una entrañable cría de mamut.

También se encuentra en el municipio ‘La Ruta del Mamut’, una famosa ruta que atrae a senderistas de toda la comarca. Al ser un territorio llano no conlleva ninguna dificultad, por lo que puede realizarse con toda la familia.
El itinerario pasa por la laguna y a lo largo de todo su recorrido hay gran presencia de vegetación salpicada por merenderos y observatorios de aves. Dentro de esta vegetación destaca la presencia de una Higuera Centenaria, conocida como ‘’La Higuera de los Deseos’’.
La Laguna
El paraje conocido como La Laguna es un lugar que no se puede pasar por alto. Es una zona protegida como Área de Reserva dentro del Parque Natural de Sierra Nevada y se convierte en refugio de decenas de especies de aves migratorias cada año.
Este humedal es de los más importantes de Andalucía, situándose solo por detrás de Doñana, cuya importancia es vital por ser un centro muy importante del anillamiento de aves, que permite conocer los cambios en las migraciones.
La Ruta concluye en el ‘Mirador del Mamut’, como no podría ser de otra forma. En esta turba fue donde se encontraron los restos del mamut, que evidencian la presencia de este animal durante el pleistoceno, haciéndolo una zona de gran valor y atractivo histórico.

Otra Ruta es el Sendero del Rinoceronte Lanudo, que parte de los Jardines de la Estación, en la que son apreciables todavía las huellas que dejaron los carros romanos a su paso, en el Cerro de los Molinos. Este sendero, además de poseer unas impresionantes vistas a Sierra Nevada, la Sierra del Manar y el núcleo urbano de Padul, recorre lugares tan señalados como antiguos molinos, turberas y los canales de evacuación conocidos como “madres”.
Boabdil
El municipio del Padul también forma parte de la conocida como ‘’Ruta de Boabdil’’ que recrea la huida del emir nazarí. Pasa por la Ermita de San Sebastian, famosa por haber salvado al pueblo de la peste, y por una de las fortalezas de la época, actualmente reconvertida en la Casa-Palacio de los Condes de Padul, que encierra abruptos momentos históricos ya presentes en su escudo, con la presencia de las cabezas grabadas de los moriscos sublevados.

La antigua Mezquita, hoy Iglesia de Santa María la mayor, es la última parada de la huida de Boabdil a África, en cuyo interior están los 12 pasos que procesionan el Viernes Santo y es una de las más grandes de la diócesis de Granada.
Por otro lado, la Semana Santa del Padul es característica porque toda la Pasión de Cristo recorre las calles en un sólo día, algo muy significativo para los turistas que pueden acortar su estancia y presenciar todas las imágenes de una sola vez.
En el viernes santo pueden llegar a desfilar hasta 11 cofradías.
En la Avenida Andalucía, que atraviesa de parte a parte la localidad de Padul, hay varios inmuebles que merecen nuestra atención, como el antiguo cine, el cortijillo o La Fuente de los 5 caños o Lavadero, que se conoce fue punto de reunión en el pasado siglo.
Otro atractivo importante del Padul es la pista de BMX, única en Andalucía, que acoge el campeonato de España de esta modalidad.
Padul es un lugar con sabor a pueblo en el que se puede disfrutar de la tranquilidad de un ambiente rural, al preservar costumbres muy tradicionales como el molino de harina de época árabe, cuyos materiales ya no se fabrican. También en este molino están los conocidos ‘’zapatos de la burra margarita’’, entre otras reliquias que se guardan en el ‘’Desván de Paco’’, el cual está actualmente reconocido como museo etnográfico del municipio, lleno de antigüedades y herramientas que datan de varios siglos atrás, conservados en perfecto estado.
Gastronomía
El desayuno típico del Padul está compuesto por un plato de huevos fritos con espichás (sardinas/arenques), en el que destaca la presencia del aceite de oliva que se ha criado desde la antigüedad en esta localidad, muy presente en su Feria Gastronómica.

Algunos de sus platos más típicos son el choto al ajillo, las patatas en ajopollo con manitas de cerdo, el puchero de hinojos y una gran variedad de embutidos y productos artesanos como la mermelada, exportada a nivel mundial, o las destilerías de whisky.
También destaca por la producción de dulces navideños y de Semana Santa en los obradores que han perdurado de generación en generación.
Rocío Álvarez
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