En esta ocasión volvemos a la Alhambra, a su recinto amurallado, y concretamente a una de las puertas de acceso a la ciudad palatina más desconocidas de todas y sin embargo de las más bellas.


La Puerta de Armas

Se encuentra en la zona de la Alcazaba y hasta el siglo XIV, era la principal vía de acceso a la ciudad palatina de la Alhambra desde Granada y a la Alcazaba de Granada, recordemos que las otras grandes puertas de acceso a la Alhambra fueron la de los Siete Suelos, la de la Justicia, y la del Arrabal.

La puerta que se le conoce con el nombre árabe de Bab-Al Silah, se le atribuye al monarca Ismail I (1314-1325), sin bien algunos autores manifiesta que la misma pudiera ser obra de Muhammad I (1238-1272), el acceso se realizaba desde la calle Elvira, cruzando el río Darro y a través de la plaza de los Cuchilleros, de ahí se remontaba parte de Gomérez y principalmente toda la colina de la Churra, hasta llegar a la puerta.

Origen del nombre
El nombre de Armas, se debe a que en este lugar los visitantes a la ciudad debían depositar sus armas antes de acceder al recinto.

Se accede desde una rampa, hasta llegar a la misma puerta que como otras puertas defensivas musulmanas, tiene una estructura en recodo, para poder protegerse de posible ataques, y dificultar el asedio a la ciudad palatina.
Una características de estos recodos, es que el primer quiebro es a derechas, lo cual tiene sentido, pues en esa mano (la derecha) llevamos la lanza o espada, mientras que en la izquierda es donde se porta el escudo que nos protege de posibles flechas y saetas.
Pues bien, al girar a derechas, precisamente ese lado es el que tenemos desprotegido, y por tanto el daño que se le podía infligir al enemigo era mayor.

La puerta de grande dimensiones conserva aún pequeños restos del alicatado que decoraba todo su exterior, al entrar dentro, hallamos restos de lo que pudiera ser un rastrillo defensivo para impedir aún más la entrada el enemigo.
Ese rastrillo se manejaba desde la zona superior de la Torre a la cual se accedía desde el adarve de la Alcazaba.

Tiene un gran arco de Herradura apuntado, decorado con lóbulos de ladrillo y enmarcado por un alfiz, donde hallamos esos restos de alicatado anteriormente mencionados de color verde, blanco y negro.
Las albanegas también estarían ricamente decoradas en época musulmana.

Dos caminos
Al final del interior de la puerta, tenemos dos vías posibles, por un lado, hacia la izquierda cogemos el camino de ronda de la Alcazaba, un pasillo que recorre todo el perímetro del monumento, bien defendido a ambos lados y que nos llevaría directamente a los palacios nazaríes, no si antes pasar por otras puertas como la del Cubo, Gallinas o Machuca.

Si torcieramos hacia la derecha, nos adentraríamos en el interior de la Alcazaba, pasando bajo la Torre de la Vela, y comunicandonos con el interior del recinto amurallado y del barrio Castrense a través de la antigua puerta Zirí, que aún a fecha de hoy se conserva.
Nada más salir y allí mismo se encontraban las caballerizas de la Alcazaba.

En el interior de la Puerta de las Armas destacan sus bóvedas de ladrillo, al igual que en la de la Puerta de la Justicia, sin bien su construcción es anterior.


Hay una bella bóveda gallonada, en la que en el centro, cuelga una piña de mocárabes de piedra. Posteriormente una segunda bóveda esquifada decorada como la anterior con pinturas que simulan ladrillos.
Hay una tercera bóveda gallonada, y por último una vaída.




Camino de Ronda

Por “Javier Hernández”
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